resucito

Gloria a Dios resucito De todo un poquito Por Evangelista Héctor L Vázquez Shalom En la mayoría de los sermones que escuchamos hablar de la crucifixión vemos que se omite el hablar de estos versos bíblicos que se encuentran en mateo 27 del 50 en adelante y es que estaría incompleta cualquier exposición de la palabra si omitiéramos lo que también estaba bien planificado de parte del Dios del cielo, aquella encomienda que se le dio a su hijo para la redención del hombre. Y era que después de su muerte descendiera a las profundidades de la tierra veamos entonces Efesios 4:9-10 (¿Qué quiere decir eso de que «ascendió», sino que también descendió a las partes bajas, o sea, a la tierra? El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo.) De esta manera el apóstol Pablo nos relata de la manera en que Jesús luego de su muerte bajo para cumplir el propósito de salvar al hombre que todavía estaba sin completar unos para vida eterna refiriéndonos a los del antiguo testamento aquellos que se encontraban en el seno de Abraham que ahora pasarían al paraíso de Dios y otros que se le concedió el privilegio de tener un tiempo más de vida. Luego de esto Jesús se le aparece a sus discípulos y apóstoles algunos en algunas ocasiones a más de quinientos 1 Corintios 15:6 Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos han muerto. Con la resurrección de cristo se cumple lo que dice la palabra en 1 Corintios 15:55 «¿Dónde está, oh muerte, tu victoria? ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón?» Porque ahora tenemos trazado un camino con mejores promesas como dice en hebreos 8:6 Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Ya que Jesús se hizo de una vez y para siempre un sacrificio permanentemente, ya no tenemos que acudir a sacrificios de machos cabríos, tórtolas o corderos ya esto quedo atrás gloria a Dios porque con el sacrificio en la cruz de nuestro Cristo nos levantó hasta el Padre de una forma excelente su sangre nos limpió del pecado para todo aquel que le acepte como su Señor y salvador como dice el apóstol pablo en Romanos 10:8-10 Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Y dice en Mateo 10:32 A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos. Mateo 27:45-56 Muerte de Jesús (45) Desde el mediodía y hasta la media tarde toda la tierra quedó en oscuridad. (46) Como a las tres de la tarde, Jesús gritó con fuerza: --Elí, Elí, ¿lama sabactani? (que significa: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?). (47) Cuando lo oyeron, algunos de los que estaban allí dijeron: --Está llamando a Elías. (48) Al instante uno de ellos corrió en busca de una esponja. La empapó en vinagre, la puso en una caña y se la ofreció a Jesús para que bebiera. (49) Los demás decían: --Déjalo, a ver si viene Elías a salvarlo. (50) Entonces Jesús volvió a gritar con fuerza, y entregó su espíritu. (51) En ese momento la cortina del santuario del templo se rasgó en dos, de arriba abajo. La tierra tembló y se partieron las rocas. (52) Se abrieron los sepulcros, y muchos santos que habían muerto resucitaron. (53) Salieron de los sepulcros y, después de la resurrección de Jesús, entraron en la ciudad santa y se aparecieron a muchos. (54) Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que había sucedido, quedaron aterrados y exclamaron: --¡Verdaderamente éste era el Hijo de Dios! (55) Estaban allí, mirando de lejos, muchas mujeres que habían seguido a Jesús desde Galilea para servirle. (56) Entre ellas se encontraban María Magdalena, María la madre de Jacobo y de José, y la madre de los hijos de Zebedeo.