10 tribus

Información sobre las 10 tribus perdidas en la diáspora o en el exilio. ¿Estarás tu entre ellas? Beraja bendición Evangelista Héctor L Vázquez director de esta página. Los hijos de Israel (antes llamado Jacob) al salir de la esclavitud de Egipto llegaron a asentarse en la Tierra Prometida, en Canaán. Ya divididos en tribus, repartieron la tierra echando suertes, quedando Judá y Benjamín en el territorio de la parte sur, en Jerusalén; y Efraín, junto con las demás tribus, heredó toda la parte norte. Inicialmente el gobierno era teocrático: Dios dirigiendo al pueblo por medio de profetas y jueces. Luego optaron por tener una monarquía, queriendo ser “como los demás pueblos”. El periodo de mayor prosperidad fue durante el reinado de Salomón, último rey del Israel unificado. Pero, a su muerte, las tribus del norte se negaron a aceptar a su hijo Roboam como sucesor al trono, escogiendo por rey a Jeroboam, quien no pertenecía al linaje de David; y éste los condujo a la idolatría, erigiendo nuevos altares y nuevos ídolos e instituyendo sacerdotes y festividades en extremada violación de los preceptos de Dios (I Reyes. 12). Esto causó la división del reino. Tras la separación, Jerusalén pasó a ser la capital del reino de Judá en el sur; y Samaria se convirtió en la capital de Israel en el norte. En 722 A.C., las diez tribus del norte fueron llevadas en cautiverio por Asiria “hasta hoy” (II Reyes. 17:23 Finalmente, el SEÑOR arrojó a Israel de su presencia, tal como lo había anunciado por medio de sus siervos los profetas. Así, pues, fueron desterrados, exiliados y llevados cautivos a Asiria, donde hasta el día de hoy se han quedado en la diáspora.). Ya Dios le había advertido a Su pueblo acerca de la conducta que debía llevar y los castigos que recibiría si ellos transgredían Su ley, incluyendo, por último, el cautiverio y la dispersión a diferentes naciones. (Lev. 26:16-35; Deuteronomio. 28; Amós 4). Sólo la tribu de Judá había permanecido fiel a la casa de David, aunque más tarde fue sitiada por Babilonia en el año 586 A.C. (II Rey. 25) y llevados sus hombres en cautiverio. Dios prometió no exterminar del todo la casa de Jacob (Amos. 9:8 Por eso los ojos del SEÑOR omnipotente están sobre este reino pecaminoso. Borraré de la faz de la tierra a los descendientes de Jacob, aunque no del todo —afirma el SEÑOR—.). En el año 536 A.C., Ciro, el rey persa, permitió que los deportados de Judá subieran a Jerusalén (Esdras. 2:1) para reconstruir la ciudad y el Templo. Aquellos que regresaron mantenían un corazón para Dios. Todavía hoy, la tribu de Judá conserva a Jerusalén como su capital y los que habitan toda la tierra son llamados judíos. En adelante, es importantísimo que conozcas y sepas diferenciar cuando Dios habla del reino de Judá, la tribu del sur, o cuando se refiere a las diez tribus del norte, las que llama Israel y/o Efraín. Todo el mundo hace conjeturas sobre dónde se encuentran esas diez tribus perdidas. Que, si están aquí, allá o acullá. Generalmente las sitúan en países lejanos. Pero lo cierto es que están dispersas por todas partes; tanto así, que hasta nos rodean. ¿Se te ocurre pensar que tú puedas pertenecer a alguna de ellas? ¿Nunca te ha picado la curiosidad por averiguar de dónde proviene tu nombre de familia o el país de origen de tus ancestros? Nos consta que los judíos expulsados de España salieron con Colón y fueron a poblar desde las Islas Canarias, pasando por Cuba, Puerto Rico, Jamaica, Trinidad, Venezuela, Santo Domingo, Honduras y Colombia, entre otros pueblos. Varios profetas profetizan a las diez tribus del norte, entre ellos el libro de Oseas, que comienza cuando Dios le ordena a Oseas que se case con la prostituta Gomer, como tipo de la esposa adúltera que es Israel; pecado por el cual sería dispersado por las naciones (cap. 1-3). No es casualidad el hecho de que Dios escogiera el nombre de Gomer, que significa “concluido o finalizado”. ¿Recuerdas a Noé? Pasado el diluvio, sus hijos Sem, Cam y Jafet y toda su prole se dispersaron y comenzaron a poblar la tierra, estableciendo así las naciones del mundo antiguo. Y el primer nieto de Noé fue Gomer, el hijo de Jafet (Genesis. 9 y 10). Ahora te cito algunos pasajes del libro de Oseas: Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey…Después volverán los hijos de Israel y buscarán a Y.H.V.H su Dios (3:4-5). Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento…olvidaste la ley de tu Dios (4:6). Efraín es dado a ídolos; déjalo (4:17). Oh, Efraín, te has prostituido y se ha contaminado Israel (5:3). No piensan en convertirse a su Dios…y no conocen a Y.H.V.H (5:4). Contra Y.H.V.H prevaricaron porque han engendrado hijos extraños (5:7). Efraín es vejado, quebrantado en juicio, porque quiso andar en pos de vanidades (5:11) Andaré y volveré hasta que reconozcan su pecado y busquen mi rostro. En su angustia me buscarán (5:15) Efraín se ha mezclado con los demás pueblos; Efraín fue torta no volteada. Devoraron extraños su fuerza y él no lo supo (7:8-9). Les haré caer como aves del cielo; les castigaré conforme a lo anunciado en sus congregaciones (7:12). …Traspasaron mi pacto y se rebelaron contra mi ley (8:1). Tu becerro, oh Samaria, te hizo alejarte; se encendió mi enojo contra ellos (8:5). Devorado será Israel; pronto será entre las naciones como vasija que no se estima (8:8). Olvidó, pues, Israel a su Hacedor y edificó templos (8:14). Está dividido su corazón. Y.H.V.H demolerá sus altares, destruirá sus ídolos (10:2). …Aunque me llaman el Altísimo, ninguno absolutamente me quiere enaltecer (11:7). En pos de Y.H.V.H caminarán; él rugirá como león y los hijos vendrán temblando desde occidente (11:10). Tú pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio y en tu Dios confía siempre (12:6). Yo soy Y.H.V.H tu Dios; no conocerás otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí (13:4). Vuelve, oh Israel, a Y.H.V.H tu Dios; porque por tu pecado has caído (14:1). Los caminos de Y.H.V.H son rectos y los justos andarán por ellos; más los rebeldes caerán en ellos (14:9). Pero no todo está perdido. Aunque la casa de Israel está siendo zarandeada, ¡y de qué manera! entre todas las naciones (Amos 9:9), llegará el momento en