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Séfora la mujer de Moisés
Beraja Bendición
Circuncisión pacto de sangre
Por Evangelista Héctor L Vázquez director de esta página.
En la antigüedad Dios llama a un hombre llamado Abraham que lo saca Ur de los caldeos para una misión muy especial para levantar un pueblo diferente a todas las demás naciones del mundo vemos en Génesis capítulo 12 este llamado. Lo prepara y lo capacita y le da herramientas para este trabajo tan especial era necesario que se apartara de su tierra y su parentela al lugar que Dios le iba a mostrar, sin embargo no salió solo en este largo viaje le acompañaron su esposa, su sobrino Lot y esposa esclavos y ganados. Al llegar a la tierra prometida por el Eterno Dios le promete darle un hijo y con él un pacto que señalaría la pureza entre el pueblo y su Dios, este pacto se llamaría brit mila pacto de la circuncisión pasaría a ser parte de un ritual que todos los varones a partir de los 8 días de nacido Génesis 17:11 Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal del pacto entre mí y vosotros. Al pasar el tiempo y no darse el cumplimiento por Sara ser estéril al ver que no podía concebir le aconseja a Abraham que se llegues a mi sierva Agar y tuviera relaciones con ella para así poder concebir un hijo cosa que no fue en ningún momento la voluntad del Eterno. A partir de este momento y en otros al principio de la creación al hacer el mal uso de la institución del matrimonio practicándose el libertinaje Dios tuvo que crear el pacto de la circuncisión para que dentro de su pueblo se dieran hijos puros, ósea en otras palabras para que no practicara libertinaje. Nótese que Ismael fue engendrado fuera del pacto de la circuncisión. El hijo tenía que concebirse a través de Sara y Abraham era el requisito solicitado por el Eterno Génesis 17:21 Mas yo estableceré mi pacto con Isaac, el que Sara te dará a luz al tiempo señalado el año próximo. Ismael era impuro y fuera del pacto y para que hubiera pureza Abraham tenía que ser circuncidado en el miembro que había traído hijos impuros. Luego de ser Abraham circuncidado a los 99 años es que engendra a Isaac es entonces que nace hijo de la promesa. Véase génesis capitulo 17
Análisis Éxodo capítulo 4 versos 25 y 26.
Moisés, conforme a la orden divina, se puso en camino de Egipto con su mujer e hijos. Durante el camino le ocurrió un incidente singular: Yahweh le sale al paso en actitud amenazadora: quería matarle (v.24). ¿Por qué esto? El contexto inmediato siguiente lo insinúa: su hijo no estaba circuncidado, y, por tanto, carecía de la señal de la alianza de Abraham, por la que formaba parte del pueblo elegido, y Dios, para resaltar la enormidad de esta falta, hace ademán de atentar contra la vida de Moisés, responsable de este inexplicable olvido en el que había de ser el padre espiritual de Israel. Algunos autores creen que esta amenaza de Dios contra Moisés no hay que tomarla al pie de la letra, sino como expresión de una enfermedad enviada por Dios, en la que estuvo a punto de morir. En todo caso, Séfora, la esposa de Moisés, creyó ver en ella un castigo de Dios, y suponiéndola causa de ello, circuncidó a su hijo (v.25). La cruenta operación la hizo con un cuchillo de piedra o de sílex, que aún hoy día se hallan en las estepas del Sinaí en abundancia como resto de civilizaciones primitivas. El cuchillo de piedra será el instrumento ritual de la circuncisión, lo que indica que la práctica se remontaba a tiempos anteriores a la edad de los metales. Séfora, según el texto, circuncidó a su hijo para librar a Moisés de la muerte (v.25), y después tocó sus pies. Aquí pies parece ser un eufemismo para designar los órganos de generación, como es usual en el lenguaje bíblico. El texto puede referirse a Moisés o al hijo. Supuesta esta versión, parece que Séfora viera un efecto mágico en la sangre del hijo para salvar la vida del padre, y por eso exclamó: Esposo de sangre eres para mi. La frase misteriosa parece aludir al hecho de que el descuido de Moisés en circuncidar a su hijo ha sido la causa del derramamiento doloroso de sangre actual que ella ha practicado. Y el precio de rescate de la vida de Moisés (amenazada por Yahwéh) ha sido la sangre del hijo. El dolor que el corazón de la madre sintió al practicar ella misma esta operación en la carne tierna de su hijo, es lo que le induce a exclamar: Esposo de sangre eres para mí, aludiendo a la sangre que había derramado al circuncidar a su querido hijo. En el texto de los LXX, el sentido es más claro: “He aquí la sangre de la circuncisión de mi hijo.” La circuncisión era muy usual en Egipto, y probablemente Moisés estaba circuncidado, por influencia del ambiente egipcio y aun de sus compatriotas, que la habían recibido de los antiguos patriarcas. Quizá Moisés, al no circuncidar a su hijo al octavo día de su nacimiento, como estaba ordenado en el pacto con Abraham, se conformaba con la costumbre del ambiente de los árabes, que practican la circuncisión en los varones cuando llegan a la edad viril, cuando son aptos para el matrimonio, de tal forma que en hebreo y en árabe para decir “suegro” y “yerno” se expresa con los términos “el que circuncida” (joten) y “circuncidado” (jatan).
Es evidente un punto muy importante. No podemos obviar que Séfora viniendo de una familia madianita y un padre sacerdote como lo era Jetro, sabia la ley y costumbre del pacto de la circuncisión por venir de la descendencia de Abraham y ya al ver que este niño no había sido circuncidado todavía, el llamado de Moisés para cumplir la misión de padre espiritual del pueblo de Israel estaba incompleta, ya que era mandato de Dios que de toda familia todos los hombres fueran circuncidados. Séfora como mujer precavida y guiada por el Espíritu del Eterno tomo la iniciativa por si misma de asistir a Moisés en ese momento pensando no llegaría a Egipto vivo sin hacerle este rito a su hijo.
No era de suponer necesariamente que Moisés estuviera enfermo y cercano a la muerte como antes dicho. Se trataba de la soberanía de Dios quien controla todos los eventos y acontecimientos en la tierra.
Cabe la posibilidad ante otras posibilidades según algunos exegetas de que Moisés no circuncido a su pequeño Eliezer para evitar riesgos de salud en el camino a Egipto. Sin embargo la acción de Séfora demostró que no había ningún riesgo. Porque en ese momento después de la circuncisión practicada por ella Moisés la envió a casa de su padre Jetro con sus 2 niños a Madián. Éxodos 4:26 Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión.
En génesis cap. 17 se establece el pacto de la circuncisión con Abraham y toda su descendencia.
Que el Espíritu Santo nos ayude a entender esta palabra.
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