trapecio

De todo un poquito Balance o equilibrio. Evangelista Hector L Vazquez Shalom bendecidos Yo no sé cuantos de ustedes se han encontrado de camino por el trapecio que no es otra cosa que manteniéndote con equilibrio para poder llegar al otro lado del camino. Pero sientes que no vas a llegar, pero esto es mentira del diablo, el que nos llamó nos va a capacitar y nos va a enseñar como manejar el báculo que en este caso es la palabra para que puedas llegar sin dificultad alguna para alcanzar tu objetivo. Tenemos al Espíritu Santo con nosotros y en nosotros de manera que aso como esta palabra es vida a los que la haya la misma nos va a capacitar para que nada ni nadie pueda poner tropiezos en tu camino. Hay veces que sentimos que nos falta el aire, el pecho se nos aprieta, la cabeza parece que va a estallar pero la palabra nos llama en hebreos 12: 12 y 13 Por lo cual alzad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, antes sea sanado. Como podemos ver todas las interrogantes están ahí todo lo que necesitamos está ahí en el libro de Dios (la biblia). Nos dice porque Él te está capacitando y podrán venir muchos cantazos, pero el propósito de ello es moldearnos. Recuerda hermano que el balance, equilibrio y la seguridad y de en ti mismo. Recuerda Dios no pone en nosotros cargas que no podamos llevar y recordemos lo que dice en 1 Corintios 10:13 No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar. El Eterno le dijo a Josué que se esforzara y que fuera muy valiente, hay destrezas que no se pueden perder en medio del camino. Quizás estas en medio de un proceso, pero nosotros le vamos a demostrar al Señor Jesús que su sacrificio no fue en vano y que hemos aprendido bien la lección que Él nos ha dado a través de su palabra. Y para finalizar el himno dice Firmes y adelante, huestes de la fe Sin temor alguno, que Jesús nos ve. Shalom