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Evang Hector L Vazquez
on November 10, 2023
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Beraja bendición.
La ley de los celos y el adulterio.
Aquí vamos a ver lo que dice la ley acerca de los celos y lo que hizo Jesús cuando le llevaron la mujer tomada en el acto de adulterio.
Evangelista Héctor L Vázquez director de esta página.
Shalom bendecidos
¿Cuántos ya nos conocemos al dedillo la historia de la mujer tomada en el acto de adulterio por los escribas y fariseos? Pero no lo que dice la ley de Moisés en números 5 porque solamente con la sospecha o celos de que algo así había ocurrido en el matrimonio era lo suficiente para presentarse delante del sacerdote y usar la famosa prueba del agua con polvo para hacer una aguas amargas. Pero es necesario que conozcamos un poco más de la ley de Moisés para que sepamos porque ellos trajeron a esta mujer delante de Jesús. La ley decía que había que apedrearla, pero es bueno que sepamos un poquito más profundo porque estas cosas sucedían y lo duro de una disciplina tan drástica. Esto solamente se aplicaba al pueblo, pero los lideres según nos dicen las escrituras no practicaban lo que predicaban. En este caso estamos hablando sobre el adulterio, todos los que la acusaban sabían lo que decía la palabra en números capítulo 5 del 11 en adelante.
Números 5:11-31 Ley sobre los celos.
(11) También Yahweh habló a Moisés, diciendo:
(12) Habla a los hijos de Israel y diles: Si la mujer de alguno se descarriare, y le fuere infiel,
(13) y alguno cohabitare con ella, y su marido no lo hubiese visto por haberse ella amancillado ocultamente, ni hubiere testigo contra ella, ni ella hubiere sido sorprendida en el acto;
(14) si viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer, habiéndose ella amancillado; o viniere sobre él espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer, no habiéndose ella amancillado;
(15) entonces el marido traerá su mujer al sacerdote, y con ella traerá su ofrenda, la décima parte de un efa de harina de cebada; no echará sobre ella aceite, ni pondrá sobre ella incienso, porque es ofrenda de celos, ofrenda recordativa, que trae a la memoria el pecado.
(16) Y el sacerdote hará que ella se acerque y se ponga delante de Yahweh.
(17) Luego tomará el sacerdote del agua santa en un vaso de barro; tomará también el sacerdote del polvo que hubiere en el suelo del tabernáculo, y lo echará en el agua.
(18) Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Yahweh, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.
(19) Y el sacerdote la conjurará y le dirá: Si ninguno ha dormido contigo, y si no te has apartado de tu marido a inmundicia, libre seas de estas aguas amargas que traen maldición;
(20) más si te has descarriado de tu marido y te has amancillado, y ha cohabitado contigo alguno fuera de tu marido
(21) (el sacerdote conjurará a la mujer con juramento de maldición, y dirá a la mujer): Yahweh te haga maldición y execración en medio de tu pueblo, haciendo Yahweh que tu muslo caiga y que tu vientre se hinche;
(22) y estas aguas que dan maldición entren en tus entrañas, y hagan hinchar tu vientre y caer tu muslo. Y la mujer dirá: Amén, amén.
(23) El sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro, y las borrará con las aguas amargas;
(24) y dará a beber a la mujer las aguas amargas que traen maldición; y las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar.
(25) Después el sacerdote tomará de la mano de la mujer la ofrenda de los celos, y la mecerá delante de Yahweh, y la ofrecerá delante del altar.
(26) Y tomará el sacerdote un puñado de la ofrenda en memoria de ella, y lo quemará sobre el altar, y después dará a beber las aguas a la mujer.
(27) Le dará, pues, a beber las aguas; y si fuere inmunda y hubiere sido infiel a su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella para amargar, y su vientre se hinchará y caerá su muslo; y la mujer será maldición en medio de su pueblo.
(28) Mas si la mujer no fuere inmunda, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fecunda.
(29) Esta es la ley de los celos, cuando la mujer cometiere infidelidad contra su marido, y se amancillare;
(30) o del marido sobre el cual pasare espíritu de celos, y tuviere celos de su mujer; la presentará entonces delante de Yahweh, y el sacerdote ejecutará en ella toda esta ley.
(31) El hombre será libre de iniquidad, y la mujer llevará su pecado.
Aquí vimos cuando la tomaban en adulterio y la llevaban al sacerdote y las practicas de las aguas amargas para probar si había incurrido en tal pecado y esto era solamente por celos o dudas como lo registra el mismo pasaje. Ahora imagínese cuando esto se prueba con testigo como fue el caso de la mujer que llevaron a Jesús como dice en juan 8 1 al 11
Juan 8:1-11
(1) y Jesús se fue al monte de los Olivos.
(2) Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
(3) Entonces los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio; y poniéndola en medio,
(4) le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio.
(5) Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?
(6) Mas esto decían tentándole, para poder acusarle. Pero Jesús, inclinado hacia el suelo, escribía en tierra con el dedo.
(7) Y como insistieran en preguntarle, se enderezó y les dijo: El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella.
(8) E inclinándose de nuevo hacia el suelo, siguió escribiendo en tierra.
(9) Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio.
(10) Enderezándose Jesús, y no viendo a nadie sino a la mujer, le dijo: Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó?
(11) Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.
Aquí Pudimos observar lo que dice la ley de Moisés y su ritual, pero en el evangelio de juan pudimos ver la gracia en toda acción y a la puesta en práctica. Jesús mostro por ella #1 misericordia #2 que sabía que los que la traían eran unos fariseos y escribas hipócritas porque en el momento en que Jesús se puso a escribir en tierra quedaron manifiestos sus pecados. O sea, si alguno se cree libre de pecado arroje sobre ella la primera piedra. Jesús le dijo a la mujer ¿Dónde están los que te condenan? Mas ella contesto ya no esta se fueron más Él le dijo yo no te condeno vete en paz y no peques más. Hemos tomado muy en serio la práctica de condenar, pero Jesús dijo que el no vino a condenar al mundo sino para que el mundo sea salvo por El. Cuidémonos de dejar que la palabra sea la que haga el trabajo a través el espíritu santo y no nosotros tomando la ley en nuestras manos que a la larga nos condenara a nosotros mismos. Procuremos vivir en santidad sin la cual nadie vera al Señor. Que Dios te bendiga. Beraja bendición que el Espíritu Santo nos ayude a entender esta palabra.
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