Ezequiaz

El Dios del cielo añadirá días a tu vida Evangelista Héctor L Vázquez director de esta página. Aba Padre ¿Cuántas veces se nos avisa de que hay algún peligro, o nos viene algún mal, pero luego de pasado un tiempo lo echamos por tierra, lo olvidamos? Tu palabra dice que había un rey llamado Ezequías que gozaba de buen testimonio delante del Señor y era fiel. Pero llego un dia en que el Eterno le Envió un mensaje con el profeta Isaías diciéndole como dice en Isaías 38:1 En aquellos días cayó Ezequías enfermo para morir; y vino a él Isaías Profeta, hijo de Amoz, y le dijo: El SEÑOR dice así: Ordena tu casa, porque tú morirás, y no vivirás. Puede que para nosotros una palabra como esta no sea buena o agradable, igual paso con Ezequías. Dice las escrituras que el se fue delante de la presencia del Señor y dijo unas cortas palabras como dice en Isaías 38:3 y dijo: Oh Eterno, te ruego que te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón, y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro. No muy bien se había ido el profete de su casa que el Dios del Cielo le dijo vete y dile a mi siervo que escuche sus palabras y he visto su lloro. Y a pesar de que Ezequías hizo una oración tan corta el mensaje que recibió a través del profeta fue como dice en Isaías 38:5-6 Ve y di a Ezequías: El Eterno Dios de David tu padre dice así: He oído tu oración, y visto tus lágrimas; he aquí que yo añado a tus días quince años. Y te libraré a ti y a esta ciudad, de mano del rey de Asiria; y a esta ciudad ampararé. ¿A cuantos de nosotros el Dios del cielo nos bendice dándonos lo que le pedimos y en vez de aprovechar esa oportunidad, olvidamos sus bendiciones? Y de eso se aprovecha el maligno y nos pasa como le paso al rey Ezequías, que le abrió su casa, sus riquezas como nos dice en Isaías 39:1-4 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes a Ezequías; porque supo que había estado enfermo, y que había convalecido. Y se regocijó con ellos Ezequías, y les mostró la casa de su tesoro, plata y oro, especias, ungüentos preciosos, toda su casa de armas, y todo lo que se hallaba en sus tesoros; no hubo cosa en su casa y en todos sus dominios, que Ezequías no les mostrase. Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido a ti? Y Ezequías respondió: De tierra muy lejana han venido a mí, de Babilonia. Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezequías: Todo lo que hay en mi casa han visto, y ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado. Hacer eso nos sirve a nosotros para cortarnos la bendición y es como si abusáramos de la confianza que se nos da. Quizás hubiese sido mejor que en el momento en que el Dios del Cielo iba a cortar los días hubiese muerto, que vender la primogenitura por un plato de lentejas como el caso de Jacob y Esaú como nos dice en Genesis 25 27 al 34. El rey Ezequías pedía un poco de paz para Israel ya que estaba en guerra con asiria. Todo lo que hizo exequias fue que se abrió delante de sus enemigos como si9 cada un0o de nosotros abriéramos nuestro corazón y el maligno pudiera ver todo lo que hay dentro, el Dios del Cielo nos cela tanto que nos quiere guardados del mundo y no dándonos al mundo. Señor en el nombre de Jesús venimos a ti para que nos des expansión en nuestras mentes y entendimiento para ejercerlo, porque podemos tener un arma en nuestras manos como es la palabra del Eterno y nos puede servir para salvarnos si hacemos buen uso de ella, pero también para perdernos si no la obedecemos. Tu palabra dice en Proverbios 6:16-19 Seis cosas aborrece el Eterno, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos. Pero permite Señor que tu Espíritu Santo nos ayude a recibir todas las promesas que hay en tu palabra, a descifrarla y a ponerla en práctica, que no nos pase como al rey Ezequías que, por haber sido bendecidos con plata y oro, especias, ungüentos preciosos, toda su casa de armas, y todo lo que se hallaba en sus tesoros y perdiera todo lo que había adelantado. Sabemos que nosotros podemos demostrarte que te amamos más a Ti que a nuestras posesiones si no, no vamos al cielo prometido. Que no nos pase como a Salomón que empezó bien y termino mal que derrochó todo lo que Tu le habías dado haciendo altares a dioses paganos y ofreciendo sacrificios en ello llevado por las mujeres con las que se había casado. Abraham le pediste a su primogénito para probar su corazón. Ten en cuenta que Dios te puede pedir lo que te ha dado para probar tu corazón. Por Jesús danos discernimiento de todo corazón te lo agradecemos y también que vivamos confiadas en ti.