Entrando a la antesala del Eterno en oracion

Entrando a la antesala del Eterno en oración Shalom Por Evangelista Hector L Vázquez Es para mí de gran gozo y privilegio en el Señor dirigirme a ustedes en este día quizás nunca sabremos el alcance que hemos alcanzado con nuestra oración, pero si veremos los frutos que ella produce al transcurrir el tiempo. El Eterno puso en mi corazón que este no iba a ser un mes, una semana un día o un año como otro, sino que iba a ser un tiempo profundo en el espíritu y de gran batalla espiritual, donde cancelaríamos artimañas del diablo y yugos se deshacían y el Espíritu santo nos guiaría a discernir con la palabra lo que es y lo que no es de Dios. El orar no es otra cosa que platicar con Dios como el que platica con su padre, su hijo o con su hermano. Con la diferencia de que cuando dialogamos con el Eterno estamos hablando con el Rey del Universo que nos invita a su vez para el hablar con nosotros. Los cielos se engalanan y los preparativos no se hacen esperar todo el ejército del cielo se goza y él nos dice clama a mí que yo te responderé. Es tan fiel que no olvida su promesa te dice que te contestará y lo hará. Cuando oramos su omnisciencia y omnipotencia se hacen presentes y todo el esplendor de su gloria se hacen de manifiesto, tenemos libre acceso al lugar santo y santísimo los 2 se hacen uno y solo requiere que tu estés dispuesto a entrar en el holy of holy de nuestro Dios y entonces se dispone a mostrarnos lo difícil y oculto que no sabemos. Para el, El Eterno todo es posible delante de su majestuosidad. Cuando las naciones vienen delante de Él, Él le dice lo que cita en 2 Crónicas 7:14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. Cuando entra el enfermo Jesús dice por mis llagas han sido sanados, cuando se intercede por el perdido, menesteroso y sufrido él le dice un, no temas que yo estoy contigo y le cita Proverbios 4:20-22 Hijo mío, está atento a mis palabras; inclina tu oído a mis razones. No se aparten de tus ojos; guárdalas en medio de tu corazón. Porque son vida a los que las hallan, y medicina a todo su cuerpo. A su pueblo le dice como en Isaías 45:2-3 Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebraré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; y te daré los tesoros escondidos, y las riquezas de los lugares secretos; para que sepas que yo soy Yahweh, el Dios de Israel, el que te llama por tu nombre. Y a mis escogidos les digo lo que dice en Efesios 4:13-14 hasta que todos lleguemos en la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error. Por lo mismo El inclina su oído y lo pone a tu disposición para escucharte con toda su atención y profundidad que amerita el caso. La excelencia hace posible que nos sentemos y toda su gracia la pone a nuestra disposición para que comprendamos y entendamos su grandeza ya que El fue el que nos hizo y no nosotros a nosotros mismos. Es hora de que nos humillemos y saquemos afuera ese yo personal que trata de levantarse como si fuéramos el centro del universo. aquí el todo del todo es El y nos llama y nos invita a que nos depositemos en sus santas y divinas manos para que la sangre de Cristo nos cubra. El tiempo se acaba y nos llama a cuenta El nos dice en Isaías 1:18 Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana El arrebatamiento de la iglesia está a las puestas apercíbete y prepárate. Romanos 10:8-10 (8) Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: (9) que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. (10) Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación.