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Evang Hector L Vazquez
on October 12, 2022
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En Dios busque lo que se había perdido
Por Evangelista Héctor L Vázquez director de esta página.
Shalom
Buenos días que la unción del santo espíritu se sobra cada uno en este momento.
En el libro de Daniel 4; 2 en el libro de los libros la biblia; conviene que yo declare las señales y prodigios que el Señor altísimo ha hecho conmigo. Tomando prestado estas palabras del profeta Daniel y su libro, así como el Eterno hizo con las grandes proezas, lo guardo, lo protegió, lo puso en alto delante de los reyes y deposito en la palabra profética para aquel tiempo y el futuro. Así mismo cada uno de nosotros tenemos algo que decir y contar de lo que en el diario vivir nos acontece. En una ocasión una vecina y hermana en la fe, me pidió que por favor orara por un dinero que se le había perdido. Bueno son cosas que yo no estaba acostumbrado a hacer, pero siempre habrá una primera vez y quisiera contar esto para darle toda la gloria al Señor porque ¿Quién en esta vida no ha cometido un error o no se ha perdido algo? Bueno procedí a pedirle al Señor que de alguna manera nos diera discernimiento de espíritu o alguna palabra de ciencia que pudiera abrirnos camino en medio de la pérdida del dinero de la hermana. Porque yo siempre he visto que las cosas obran para bien como dicen las escrituras. Después de haber estado orando por un tiempo corto el Eterno me mostro a través de su espíritu donde estaba el dinero perdido. Cuando suceden estas cosas nosotros comenzamos a cabildear y a darle paso a la imaginación y a prejuzgar y comenzamos a lanzar juicios por culpa de nuestra negligencia, culpamos a otros y tal vez levantamos calumnias diciendo que nos lo robaron. En fin, que hacemos un mal de conjeturas por algo que por lo único que podíamos haber hecho es orar para que él nos ayude. Y ofrecer la parte que al Señor le pertenece. En fin, comencé a ver un cuarto muy grande con muchas rompas a su alrededor en perchas y en ello pude ver frente a mis ojos un abrigo de determinado color y dentro del mismo unos bolcillos y dentro de uno de ellos vi un sobre y en ese sobre pude ver que había muchos billetes de $100.00 en otras palabras se me había mostrado que estaba en la casa en un closet dentro de un abrigo de determinado color. Procedí a llamar la por teléfono y contarle la visión y le conté todo esto que les he contado a ustedes aquí. Me dejo esperando en el teléfono en lo que iba al cuarto a verificar la información, allí estaba dentro de aquel abrigo que por olvido ella había guardado el dinero allí y no se acordaba. Gloria a Dios. Luego la hermana paso por mi casa para llevarme unas ricas sopas de pollo con unos ricos tostones puertorriqueños que a mí me gustan tanto. Pero también llevo un sobre con una ofrenda el cual le dije a mi compañero Esteben que no aceptara ya que este servidor no ama el dinero sino al Dios que hace posibles todas las cosas. Hoy en día hemos oído que el dinero abre puertas y tal vez no digo que no sea así, pero yo conozco a uno que entra donde el dinero no puede entrar y que hace lo que el dinero no puedes hacer, cuando se acaban todos los recursos comienza el Dios el cielo. En eso me he amparado desde el día que le conocí al Señor hace casi 40 años hasta hoy. Eso no quiere decir que como todo el mundo no necesite dinero para las cosas cotidianas, pero he aprendido que si algo tiene valor es un alma porque vale más que 7 mundos como este y no lo digo yo sino esta parábola que les pongo a continuación que dios le bendiga. Esto mismo que hice yo para la ayuda de esta hermana lo puedes hacer tu si le oras a Dios y le preguntas porque el de dice; Clama a mí y yo te responderé y te dice en Apocalipsis 3:20 Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.
Parábola de la moneda perdida
Lucas 15:8-10 NVI 1999
(8)» O supongamos que una mujer tiene diez monedas de plata y pierde una. ¿No enciende una lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?
(9) Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, y les dice: Alégrense conmigo; ya encontré la moneda que se me había perdido.
(10) Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que se arrepiente.
Pd. No estoy contando esto para que me llenen el email para que pregunten por asuntos parecidos a este, sino que lo estoy contando para motivar tu fe. Ya usted sabe que la próxima vez que se le pierda algo puede preguntar a Dios en oración y él le va a contestar.
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