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Evang Hector L Vazquez
on October 7, 2022
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Amparándonos en un mejor pacto basado sobre mejores promesas.
De todo un poquito.
Evangelista Héctor L Vázquez
Shalom bendecidos.
Romanos 8;1 nos dice pues ya ninguna condenación hay, para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne sino conforme al Espíritu. Parece que todavía no hemos entendido a capacidad el corazón de nuestro Señor Jesucristo, pero el apóstol Pablo tuvo una experiencia camino a Damasco que le hiso comprender esta verdad. Ya que el iba por el camino que infundía muerte, pero no solo eso también temor. Y el Dios del Cielo que te asiste a ti y me asiste a mí, paro su caminar. Cuando ojeamos las escrituras nos damos cuenta de que el Dios del cielo nos envió a Jesucristo para librarnos de la condenación. Pero qué triste que después que el Señor nos ha salvado a través de Jesucristo y nos saco de condenación nosotros como creyentes condenamos a otros con la condenación que Cristo nos libró ¿y cómo es esto? Pues la palabra nos dice lo contrario en Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. O sea, en otras palabras, Dios a través de Jesús quito de nosotros la maldición, la condenación que nos impedía ver porque había un velo que no nos dejaba ver por ello en Cristo ahora somos diferente, somos una nueva criatura en Cristo donde vemos las cosas diferentes porque estamos ahora mirando a través del corazón y los ojos de Jesús y con mas y mejores promesas como lo dice el libro de hebreos capitulo 8 verso 6. El verso que le sigue a juan 3 16 o sea el 17 nos dice Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él. Sino que por todo lo contrario el propósito firme es que nosotros apliquemos esa acción en amor para los que se pierden o los que están extraviados o confundidos. Jesucristo fue en su ministerio terrenal andando, libertando, sanando y resucitando los que estaban muertos tanto espiritual como físicamente. El condenar las acciones de otros es cosa de fariseos y para eso estaban los sacerdotes, escribas y fariseos en el mismo propósito en imponer cargas que ni siquiera ellos ponían llevar. Todo el mundo cita Juan 3 16 pero obvian el 17. El propósito de Dios es que seamos salvos por Jesucristo, lo vemos reflejado en la acencion de Cristo a los cielos donde le dijo id por todo el mundo y predicando el evangelio que son buenas nuevas de salvación y en ningún momento dice buenas nuevas de condenación. Y aquí cabe una pregunta ¿Porque vivimos buscando lo negativo, o el pecado de otro? Porque si así estamos no está cumpliéndose la palabra de Dios en nosotros porque si alguien se esta ahogando tu deber no es dejar que se ahogue, sino que tú lo ayudes a salir de ese momento donde esta en juego la vida o la muerte física o espiritual de esa persona. El mejor ejemplo que podemos tener es el de una madre que trae un bebe al mundo, su deber es cuidarlo, protegerlo y educarlo. El que se encarga de las acciones negativas de las que nosotros podemos cometer es el Dios del Cielo que nos desglosa en su palabra que si alguno a pecado a Jesucristo tenemos para con el Padre. Hay aquí algo bien interesante es que tenemos que provocar en nosotros el deseo de ser como Jesús fue en su ministerio que siempre mostros su amor para con nosotros que siendo aun pecadores el dio su vida en amor por nosotros. La palabra nos dice que si haya a nuestro hermano en una falta y vosotros que sois espirituales ayudarle en mansedumbre o sea en amor y nos lo confirma Gálatas 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Luego de haber visto estos versos bíblicos de tantos que hay nos damos cuenta de que cuando hay carencia de amor actuamos sin darnos cuenta sin compasión muchas veces creyendo que con esto abonamos algo para el reino de Dios. Y para terminar había un hombre enfermo, paralitico que no podía meterse al estanque de Betesda y Jesús ve este casito y le pregunta porque no entra al estanque y el paralitico le contesta que en lo que el trata de ir otros se le adelanta y el pierde la oportunidad porque solo cuando el ángel mueve las aguas hay un milagro. Tu y yo podemos se uno de los que viéndolo tirado en el suelo no le ayudamos y entonces esto provoco que Jesús le diera la mano veámoslo bíblicamente. Juan 5:5-9
(5) Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo.
(6) Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano?
(7) Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo.
(8) Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda.
(9) Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
Mi querido hermano y hermana si nosotros poseemos una actitud no agradable, busquemos ese amor que nos describe 1 Juan 4:7-8 Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
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