las fuerzas me faltan

Beraja bendición Shalom Evangelista Héctor L Vázquez director de esta página. Cuando las fuerzas me faltan, ¿A Quién iré? Hola bendecidos, yo quiero hablarte de lo único que yo conozco que sirve para algo y alguien y funciona, no importa en la posición difícil o dura que te encuentres. Hay uno que se llama y lo conocí como Jesús hoy también lo conozco como Yeshua en el hebreo, si hoy cometo un pecado grande (si lo fuera) es el hablar 24/7 de uno que antes yo había escuchado de lejos pero que un día mis ojos, mi espíritu, mi alma y mi cuerpo lo conocieron y lo experimente en el momento más difícil de mi vida si tú quieres verlo no está lejos de ti. Cuando tu observas hacia los cielos y vez las nubes pasar allí está El, si tu sientes el viento susurrando allí está El mostrándote su presencia, si tu oyes y sientes lo caudaloso de las aguas allí se mueve El con un vocabulario que solamente los espirituales pueden interpretar, cuando tu vez que los arboles muestran su color su esplendor y lo majestuoso de su anchura y altura y lo fortachón allí estás viendo a Jesús. Cuando tienes en tus manos una flor con sus hondonadas y diferentes estilos de pétalos, cuando aspiras el olor de una rosa, un clavel, una gardenia o un lirio. Si tu pisas la tierra de colores rojizos con tonos de Brown, algunos verdosos por el pasto o la grama, o escarpados con grandes y diversos tonos de gravilla ese sonido que hacen nuestros pies al caminar es el lenguaje universal que muchos hacen al llevar el mensaje del evangelio. ¿Quién es ese que con su mirada parece que con su mirada penetrante nos habla como si fueran voces de muchas aguas? Que con su palabra detonan como voces de muchos barítonos se llama Jesús, el mar y la naturaleza le obedecen. Es aquel que dijo en Mateo 17 20; que si tuvieras fe como un grano de mostaza le dirías a la montaña que se echara al mar y ella lo haría. Él dijo de mi hablaron los profetas en Lucas 24;44 Y él les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los salmos. Abraham vio mi día Juan 8:56 Abraham vuestro padre se gozó de que había de ver mi día; y lo vio, y se gozó. Aun Moisés hablo de mí Juan 5:46 Porque si creyeseis a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Del que yo te hablo cuando me siento débil le pido nuevas fuerzas, cuando estoy enfermo el me sana porque por sus llagas fuimos sanados. Un día me llamo por mi nombre y me prometió darme un nombre nuevo, aun me dijo más Yo me voy, pero no los dejare solos o huérfanos prometió enviarnos al Espíritu Santo el consolador para que nos guie a toda verdad y a toda justicia. Juan 14:16 y 17 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros Cuando El caminó por las calles polvorientas se les apareció a diferentes hombres los sanaba, levantaba muertos y echaba fuera demonios. Yeshua mi Jesús le dijo a Pedro en juan 21 15 al 17 ¿Me amas? Y se lo pregunto 3 veces, lo mismo te dice a ti hoy, pero te lo ha preguntado cientos de veces en el tiempo que le conoces y quizás tú le has dicho como contesto Pedro; Señor Tú lo sabes todo Tu sabes que te amo, entonces él te dice que si lo amas ¿Por qué no estas apacentando sus ovejas? Porque cuando tú les das de comer a alguien cuando tu estas curando a alguien cuando tú estás hablándole a alguien, tú estás haciendo lo que El té pidió y esto incluye al amigo como al que es enemigo. Como dice en Mateo 25:42-45 (42) Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; (43) fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. (44) Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? (45) Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. Cuando me faltan las fuerzas y esto es muy común que nos pase nos sentimos débiles espiritual y físicamente ¿Cuántas veces has dicho ya no puedo más, ya no resisto más? Dentro de esa humanidad decimos cosas negativas cuando estamos empapados de la palabra decimos como dice en filipenses 4 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece, decimos como dice en Mateo 11 29 y 30, mi yugo es fácil y ligera su carga. Lo difícil es levantarte, pero cuando lo logras no habrá quien te detenga. Grita un, gloria a Dios con todo lo que tienes y un aleluya, levanta tu mano y sierra bien el puño y dale un buen cantazo al diablo y noquéalo en el nombre de Jesús y la gloria solamente es de Él y de nadie más. No dejes que los sansones de la vida y los muchos Goliat te quiten el gusto de vivir por la palabra y de caminar y correr como un corderito en la manada cuando estamos llenos de la fortaleza que solamente recibimos en aquel que dijo mi paz os dejo. Yo te hablo de un Jesús que cuando estuvo en la tierra tuvo casa, la primera fue los corazones de los que le recibían, la segunda fue los lugares que se quedaba con los apóstoles y la tercera es aquella que él fue a preparar para que estuviéramos con El para siempre. Él dijo en Juan 10 10 yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia, cuando alguien te venga a hablar de muerte dile que eso tu no lo conoces porque eso es parte de la vieja criatura, en el reino de Jesús no pueden haber muertos porque él la venció al tercer día y se sentó a la diestra de Dios Padre. La palabra dice conoced que yo soy Dios Él nos hizo y no nosotros a nosotros mismos. Recuerda lo que dice en Joel 3:10 Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces diga el débil: Fuerte soy. Un día Jesús me dijo llorando ¿Dónde están los que me decían Hosanna Bendito el que viene en el nombre del Señor? Luego de mi muerte y resurrección quise demostrarles que aún vivo y que no estoy muerto. Pero en un cruce de camino a Emaús me uní a 2 hombre que venían hablando de lo que paso conmigo, me uní a ellos y les hablé de la palabra, pero aun no me conocieron y cuando me senté a la mesa con ellos y partimos el pan fue cuando les recordé mi pacto y se dieron cuenta que era YO. Para ellos hubo tiempo, pero ¿Qué para ti? Será tarde si te niegas a recibirle porque la puerta aún está abierta. Que el Espíritu santo te ayude a digerir esta palabra.