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Obediencia de los Recabitas.
Beraja bendición.
Evangelista No vidente Héctor L Vázquez director de esta página.
Shalom
Sin lugar a duda hay algo que tenemos que aprender de este artículo que lo bien aprendido nunca se olvida. Por algo las escrituras nos dicen en Proverbios 22:6 Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
De todo lo que nos rodea hay algo que aprender no podemos pasar por la vida sin haber aprendido algo de ella ya que esa lección se llama lo que muchos llaman la universidad de la vida, que, aunque no se estudia en escuela hablando literalmente el mundo se encargara de darte una lección, aunque tú no lo hayas pedido, la obediencia, la práctica y el poner por testimonio lo aprendido nos hará brillar donde quiera que estemos. Llegará el momento en que se nos probara como el oro fino y hay donde nadie te está viendo se te dejará que toque a tus puertas la tentación y aunque la vasta experiencia y la madures y lo equipado en la palabra nos dará las fuerzas para resistir y reponernos. En este capítulo podemos ver todas estas cosas juntas para aquilatar lo antes hablado.
Jeremías 35:1-19
(1) Palabra del Eterno a Jeremías, en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, que le dijo:
(2) "Ve a casa de los recabitas, y habla con ellos. Llévalos a una de las cámaras del templo, y dales a beber vino". (3) Tomé entonces a Jazanías hijo de Jeremías, hijo de Abasinías, a sus hermanos, a todos sus hijos y a toda la familia de los recabitas.
(4) Los llevé al templo, a la cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, varón de Dios, que estaba junto a la cámara de los príncipes, sobre la cámara de Maasías hijo de Salum, el portero. (5) Puse ante los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: "Bebed vino".
(6) Pero ellos dijeron: "No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos mandó: 'Jamás bebáis vino, ni vosotros ni vuestros hijos'. (7) "Ni edifiquéis casa, ni sembréis sementera, ni plantéis viña. Sino habitad en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la tierra donde peregrináis. (😎 "Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab, en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras esposas, ni nuestros hijos e hijas; (9) "de no edificar casa para nuestra habitación, y de no tener viña, ni heredad, ni sementera.
(10) "Vivimos en tiendas, y cumplimos todo lo que nos mandó Jonadab nuestro padre.
(11) "Pero cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: 'Entremos en Jerusalén, lejos de la presencia del ejército caldeo y del ejército sirio'. Por eso estamos en Jerusalén".
(12) Vino Palabra del Eterno a Jeremías que le dijo: (13) "Así dice el Eterno Todopoderoso, Dios de Israel: Ve, y di a los varones de Judá, y a los habitantes de Jerusalén: ¿No recibiréis instrucción para obedecer mis Palabras? —dice el Eterno—.
(14) "Los descendientes de Jonadab hijo de Recab, cumplieron la orden de no beber vino, y hasta hoy no lo han bebido, por obedecer la orden de su padre. Yo os he hablado a vosotros una y otra vez, y no me habéis oído. (15) "Continuamente os envié a mis siervos los profetas a decir: Volveos cada uno de su mal camino, enmendad vuestras obras, no sirváis a otros dioses, y viviréis en la tierra que os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis.
(16) "Los hijos de Jonadab hijo de Recab, obedecieron la orden de su padre, pero este pueblo no me ha obedecido. (17) "Por eso, así dice el Eterno Todopoderoso, Dios de Israel: Yo traeré sobre Judá y sobre los habitantes de Jerusalén todo el mal que contra ellos hablé. Porque les hablé, y no escucharon; los llamé, y no respondieron". (18) Y dijo Jeremías a la familia de los recabitas: "Así dice el Eterno Todopoderoso, Dios de Israel: Porque obedecisteis el mandato de Jonadab vuestro padre y sus instrucciones, e hicisteis todo lo que os mandó, (19) "por eso, el Eterno Todopoderoso, Dios de Israel dice: No faltará varón de Jonadab hijo de Recab, que esté en mi presencia todos los días".
Recabita
El profeta Jeremías alaba el modo de vida de los recabitas. En su libro se recoge la mayor parte de la información que se conoce sobre este clan israelita.
Los recabitas o rekabitas eran un clan nómada fundado en tiempos del rey Jehú por Jonadab, hijo de Recab (o Rekab), cuya historia se cuenta en el libro de Jeremías. Según la narración bíblica los miembros de este clan se enfrentaron a los adoradores de Baal en la época del profeta Elías. Se caracterizaban por oponerse al sedentarismo de los agricultores, porque lo asociaban con la corrupción de la vida religiosa.
Los orígenes de los recabitas se hallan en la familia de Rekab, personaje bíblico que se supone luchó contra el sincretismo religioso patrocinado en Israel por la dinastía omrita, pero fue uno de los hijos de Rekab, Jonadab, quien dio al clan una fisionomía de tipo ascético al estilo de los «hijos de los profetas»
La característica propia de los recabitas era su protesta contra el sedentarismo de Israel en la tierra de Canaán. Como reacción tomaron un estilo de vida nómada, regresando a los ideales originales del pueblo de Israel, la vida del desierto. Este ideal lo expresaban a través de la fidelidad radical a la Alianza de Yahweh.
Los recabitas buscaban ser testimonio errante en medio de un pueblo que se había desentarimado. El libro de Jeremías describe su modo de vida así:
No bebemos vino, porque nuestro padre Jonadab, hijo de Recab, nos dio este mandato: "No beberéis vino ni vosotros ni vuestros hijos nunca jamás, ni edificareis casa, ni sembrareis semilla, ni plantareis viñedo, ni poseeréis nada, sino que en tiendas pasareis toda vuestra existencia, para que viváis muchos días sobre la faz del suelo, donde sois forasteros.
Jeremías 35, 6-9.
El rechazo al consumo de vino se fundamenta especialmente en el hecho de que su fabricación exige una vida sedentaria.1 Recab era un ceneo que siguió a los israelitas en su camino a Canaán.7 Su hijo Jonadab se unió al rey Jehú en su lucha contra los samaritanos, adoradores del dios Baal.2
Los recabitas vivían en tiendas rechazando el trato con otros pueblos. Al no tener bienes de ningún tipo, se les consideraba como los fieles seguidores de los profetas. El rechazo al sedentarismo llegó al extremo de negarse a vivir en casas cuando se vieron obligados a refugiarse en Jerusalén durante el ataque de Nabucodonosor II. Desapareció toda mención a ellos tras el cautiverio de Babilonia, incluso, el historiador judío Flavio Josefo que habla de Jonadab, no hace mención del clan.
Beraja bendición que el Espíritu Santo nos ayude a entender esta palabra.
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