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Rebecca Lopez
by on August 3, 2021
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(Photo by Mario Tama/Getty Images) por Matt Palumbo  Publicado: 3 de agosto de 2021

Mientras La ciudad de Nueva York lucha por recuperarse económicamente de los efectos persistentes de meses de algunos de los confinamientos más estrictos del país, el alcalde Bill de Blasio ha decidido que cortar los negocios del 40% de los neoyorquinos que no están vacunados es una idea brillante.

De Blasio acaba de anunciar la iniciativa "Key to NYC Pass", la primera en la nación que requerirá vacunas para trabajadores y clientes en restaurantes interiores, gimnasio y entornos de entretenimiento. A aquellos que no puedan proporcionar pruebas de vacunación se les negará la entrada.

"Esto va a ser un requisito", afirmó De Blasio. "La única manera de patrocinar estos establecimientos en interiores será si estás vacunado". Hace apenas unos días de Blasio dijo con respecto a las vacunas, "la fase voluntaria ha terminado", y ahora está prohibiendo efectivamente a los no vacunados de la vida pública.

Los neoyorquinos necesitarán al menos una dosis de vacuna antes de poder acceder de nuevo a la vida pública. Pueden mostrar pruebas a través del "Excelsior Pass" del estado o la tarjeta de vacuna en papel de los CDC.

Como es el caso con la mayoría de las políticas de De Blasio, es difícil entender el razonamiento aquí. ¿Qué tienen que temer exactamente los vacunados de los no vacunados si son inmunes (o solo sufrirán síntomas menores en caso de un brote abrupto)?

Un factor que nadie parece estar considerando cuando se trata de mandatos de vacunas es el tema de la responsabilidad legal. Incluso si las probabilidades de un efecto secundario de la vacuna fueran de una en un millón, todavía habrá personas que las sufran, y no está claro si tienen algún recurso legal contra el estado en ese caso.

Este edicto se produce menos de 24 horas después de que el gobernador Cuomo alentara a las empresas privadas a promulgar una política de admisión solo para vacunas. Es un espectáculo extraño de ver en la era de "todo es racista" del izquierdismo, ya que la mayoría de los no vacunados por demografía racial, y por lo tanto aquellos a los que se les negaría el servicio, son negros e hispanos.

Hay innumerables enfermedades que tienen una tasa de mortalidad mucho más alta que el COVID-19, sin embargo, nadie en la izquierda está histérico a la hora de excluir de la vida pública a las personas no vacunadas contra esas enfermedades. Por otra parte, al señalar esa hipocresía obvia, no quiero darles ninguna idea...

Posted in: Politics
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